Ayuso: «No pienso convocar elecciones, pero no entiendo la estrategia de Cs»
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Isabel Díaz Ayuso se ha convertido en el blanco preferido de la izquierda. Mientras concede esta entrevista a OKDIARIO tiene frente a sus ventanas una movilización importada de EEUU que entona críticas contra la Policía de Donald Trump. Frente a la Presidencia madrileña. La han culpado de todo lo ocurrido en Madrid por el coronavirus en pleno mando único de Pedro Sánchez con el lema “Ayuso, PP, culpables”. Y ahora, Alberto Reyero, uno de sus principales consejeros de Cs, se sacude las muertes en las residencias derivando el disparo hacia ella. Pero Díaz Ayuso prefiere seguir construyendo un “proyecto de libertad”, porque “Madrid, o es libre, o no es Madrid”. “No pienso convocar elecciones, pero no entiendo la estrategia de Cs, necesitamos estabilidad”, señala la presidenta de la comunidad madrileña. Eso sí, tiene claro que la gestión de Sánchez e Iglesias del COVID-19 ha sido “negligente”, que «no se debería haber permitido el 8-M», y que “bajaré los impuestos por mucho que el Gobierno lo quiera evitar”.
PREGUNTA.- ¿Cómo está usted después de haber pasado el virus? ¿Ha tenido alguna secuela?
RESPUESTA.- No. En realidad he tenido la suerte de ser una privilegiada. He tenido unos síntomas muy leves: pérdida del olfato y el gusto, que ha sido algo muy común, y muchísimas agujetas y cansancio. Pero de eso ya hace muchas semanas. Además, entre todo lo que estamos haciendo, todo el trabajo que ahora se nos ha venido encima y la adrenalina, puedo asegurar que estoy trabajando incluso más activa que nunca.
P.- El mismo que tenía el mando único, que era el Gobierno de Pedro Sánchez, ha tomado la decisión de lanzar un ataque permanente contra la Comunidad de Madrid para descargar en ella la culpa de la gestión del coronavirus. Es decir, mientras PSOE y Podemos tenían todas las competencias, aseguraban que todo lo que fallaba era culpa, no de todas las comunidades autónomas, sino sólo de la Comunidad de Madrid, porque tampoco se acordaban de Castilla-La Mancha o de Extremadura. ¿Usted siente que ha habido un trato leal a Madrid y a usted por parte del presidente del Gobierno durante toda la crisis del coronavirus?
R.- Yo, sobre todo, siento que ha habido un trato muy injusto hacia la Comunidad de Madrid. Lo ha habido, en primer lugar, hacia los propios madrileños que en muchas ocasiones han sido tratados directamente como apestados o como gente insolidaria que iba propagando el virus. A mí me duele profundamente porque somos una región de gente muy trabajadora, de gente que madruga mucho, que pelea mucho, que paga muchísimos impuestos y que, además, levanta la economía del país con mucho esfuerzo. Es la economía de todos pero, evidentemente, Madrid es un motor. Y, sin embargo, en todo este proceso ha estado bastante sola a la hora de poder dotar de material a los profesionales sanitarios, a la hora de visitar, con nosotros, hospitales o residencias.
En los cambios de las fases no se nos ha tratado con transparencia, no nos han dicho por qué… y tenga en cuenta que cada fase ha perjudicado gravemente a ese motor. Por todo esto, sí que noto que ha habido un trato que a mí, por lo menos, me ha parecido de inmensa soledad. Yo creo que a veces ha tenido que ver con que el Partido Socialista y Pedro Sánchez, en concreto, tienen una fijación con la Comunidad de Madrid. Una fijación política de más de 20 años.
Yo, por si acaso, lo estoy transmitiendo así en las conferencias de presidentes. Creo que tenemos que hablar más y, de hecho, le voy a volver a solicitar una mesa de diálogo para que se den cuenta de que todas esas decisiones, que a mi juicio en algunos casos han sido arbitrarias, perjudican gravemente a Madrid y, por tanto, a España.
Ahora en lo que estoy centrada sobre todo es en la reactivación de Madrid: tenemos que hacerlo en libertad. Madrid, si no es libre, no es Madrid. La economía, si no es libre, no es economía. Si la Sanidad y la Educación no se dan en libertad, no serán ni Sanidad ni Educación. Y para todos estos grandes desafíos necesito que nos escuchen y que dialoguemos porque, si seguimos así, se hará la ruina y será para todos.
P.- ¿Les han trasladado ya toda la información para poder analizar los famosos cambios de fase, o siguen todavía sin enviarles parte de los datos?
R.- No. Lo estamos recurriendo ante el Supremo porque no tenemos la información suficiente. Y no ha sido una decisión de recurrir porque no pasáramos de fase, sino porque no nos decían el motivo. No teníamos toda la información. Primero se nos negaba, luego aparecían los informes a la semana siguiente. Cuando ya les llevamos a los tribunales, apareció uno firmado digitalmente. Pero no podíamos cotejar cómo habían evolucionado las demás comunidades autónomas porque para eso es necesario saber cuáles son los criterios y cómo se basan en ellos.
Yo creo que las fases en sí tampoco están bien diseñadas porque no valen para todas las comunidades autónomas por igual. Nosotros desde hace ya mucho tiempo, por lo menos desde hace 15 días, o casi un mes, podríamos haber abierto los centros comerciales con total normalidad, teniendo en cuenta que son espacios abiertos y muy seguros, precisamente, para aplicar los protocolos del COVID. O, por ejemplo, la vuelta escalonada y con teletrabajo por parte de muchas empresas ya se podría haber puesto en marcha hace mucho. Ahora, por ejemplo, es un sinsentido que ya dentro de la fase tres, los jóvenes puedan ir a las discotecas o a los bares, pero no pueden volver a los campus de verano teniendo en cuenta que las principales escuelas de negocios del país están en Madrid. Y, entonces, esos alumnos, si ven que no pueden estar en verano con normalidad, probablemente a la hora de matricularse se vayan a otros países.
P.- ¿Están teniendo que recurrir al Tribunal Supremo porque no se les ha trasladado información oficial sobre los pases de fase?
R.- No hemos tenido información y por eso está recurrido. Y, mientras tanto, los distintos consejeros van manteniendo reuniones con el Gobierno. En concreto, el consejero de Sanidad con el ministro habla de todo esto, pero no le dan información. Nunca tenemos la transparencia necesaria para conocer en qué fallamos. Y yo creo que han sido decisiones arbitrarias. Teníamos las UCIs preparadas porque el sistema lo está. De hecho, estamos viendo que los contagios han bajado a la mínima.
Hay un criterio del que siempre hablan, al que yo también apelo a veces, y que es cierto, la población de Madrid tiene que aprender a tener el COVID y seguir trabajando con normalidad, a pesar de los posibles repuntes. Pero para eso ya está la Administración autonómica, que ha demostrado estar a la altura a través de Ifema, de los hoteles, de las pruebas… Hemos demostrado que somos un sistema solvente con el mejor sistema sanitario, por más que traten con su relato de decir lo contrario.
Estamos preparados y, por todo esto, tenemos claro que ha habido una decisión arbitraria y lo que pedimos, simplemente, es transparencia. Si tiene razón el Gobierno, oye, seguiremos mejorando. Pero queremos verlo. No nos pueden tratar a los madrileños como a niños y que tengamos que estar en manos de otros como si no supiésemos hacer las cosas. Eso no es verdad.
P.- ¿Cómo puede un Gobierno de la nación adoptar la decisión de entorpecer a una comunidad autónoma que es, clarísimamente, el motor económico de toda España, cuando al final va a tener que rendir cuentas del destrozo económico provocado por ello? ¿Este Gobierno está primando más una agenda socialcomunista o comunista de Pablo Iglesias que la eficacia?
R.- Yo creo que, sobre todo, se trata de desconocimiento, porque es un Gobierno que se configuró para hablar de otras cosas. Eran un Gobierno que estaba preparado para hablar de sentimientos, de ‘ismos’ que no eran necesarios. Y cuando ha venido un bofetón de realidad, como es una epidemia de estas características, que ha causado una crisis, se demuestra que es ineficaz porque no está en lo sensato. El Gobierno no está centrado en el empleo, en las empresas y en todo lo que conlleva cada decisión que van tomando.
Lo que les pasa es que no están preparados. No es un Gobierno que se pensara para esto, y de ahí que haya un sinfín de ministerios, tantas inconcreciones a la hora de tomar decisiones políticas, tantos errores, descoordinación…
P.- ¿Qué está ocurriendo con las residencias de mayores? Hay documentación del Ministerio de Sanidad, exactamente el día 5 de marzo, con recomendaciones para dejar dentro de las residencias a las personas mayores. Sin una sola indicación sobre su hospitalización. El 19 de marzo, de hecho, esas recomendaciones se convierten en orden ministerial. Pero, sin embargo, la polémica surge en Madrid y en la Consejería del señor Reyero con un borrador.
R.- Bueno, una cosa que tengo clara y que tienen que saber los ciudadanos es que, al menos, desde que pusimos en marcha el mando único, unimos el trabajo de las tres consejerías. A ninguna persona mayor, a ninguna, se le ha tratado peor por una cuestión de edad. Nunca en Madrid la vida de una persona ha valido más que la de otra. La vida siempre es vida, sea de quien sea. Y ése es el trabajo que hemos puesto en marcha a través de ese mando único que, además, se ha demostrado eficaz porque no había una crisis de las residencias. Había crisis en las residencias, en las casas, en los hospitales, en todas partes.
P.- ¿En qué fecha se instauró el mando único?
R.- Lo pusimos en marcha, creo recordar, a finales de marzo, el día 26.
P.- O sea, prácticamente, en las fechas del famoso documento o borrador que Reyero critica.
R.- Sí, así fue. Nosotros lo que decíamos era que teníamos que poner a funcionar a todos los cuerpos que en ese momento ya no estaban tan requeridos como, por ejemplo, los bomberos. En el momento que hay un confinamiento bajan las emergencias, bajan las urgencias, las reyertas, los accidentes, los atropellos, … y había elementos dentro de la comunidad que ya estaban disponibles. De esa manera, unificamos todos los recursos y los pusimos en funcionamiento.
Yo la estrategia política de Ciudadanos la desconozco. Pero lo que no se puede trasladar, porque no es verdad, es el mensaje de que a las personas se las ha dejado morir. Tanto el personal que trabaja en las residencias -que no son empleos cualquiera porque no es un trabajo fácil el de quien está con los ancianos en las residencias o las personas con discapacidad- como todo el personal sanitario de la Comunidad de Madrid, realizan un trabajo excelente, dedican su vida a otros.
Ahora mismo estamos en una cuestión de un borrador que tuvo varias versiones porque era un diálogo entre un director y los servicios de geriatría, que fue evolucionando. Y sobre una tabla que es una tabla médica que conoce todo el personal sanitario que es, siempre, quienes deciden quiénes van a hospitales y quiénes no.
Sobre esa discusión todo derivó en un borrador que fue oficial el 25 de marzo. Y todo lo que ha habido anteriormente, si se ha contado, si se ha filtrado, yo creo que es insensato, innecesario, porque lo que está claro es que en Madrid, como digo, no se ha dejado morir a nadie y se ha peleado por cada persona. De hecho, todo lo que hicimos -poner en marcha el cierre de los colegios, Ifema, las compras de las 1.200 toneladas de material sanitario que hemos traído…-, ha sido siempre en la lucha por la vida. Y la vida es la vida, sea de quien sea, tenga la edad que tenga. Y eso es lo que quiero que todo el mundo sepa.
P.- El documento madrileño en cuestión, al que alude el señor Reyero, habla de priorizar la hospitalización o los recursos dependiendo de determinados baremos. Por lo que nos está diciendo, presidenta, eso habría ocurrido siempre. ¿Llegó a entrar en vigor el borrador? ¿Se alteró la hospitalización o se mantuvo?
R.- El único que entró en vigor fue el documento final firmado por todos en el que en ningún momento se va a ver ningún criterio de edad. Tengo entendido que otras comunidades autónomas sí han tenido ese tipo de documento. Nosotros no, desde luego. Incluso el propio Gobierno de España tenía su propio protocolo de atención a mayores en residencias y donde se decía que las residencias son hogares. Es la casa de estas personas y, en muchos casos, también recomendaban que se quedaran en la propia residencia y fueran asistidos ahí.
No ha habido en ningún momento dejación por parte de nadie. No ha habido desinterés, ni tampoco ha habido descuido, ni ha habido desidia. Ha sido siempre todo un protocolo y un estudio y un diálogo entre geriatría, hospitales y residencias pensando en lo que era mejor para ellos.
P.- Y por lo que nos dice presidenta, además, en todo caso, esa discusión habría sido durante la etapa en la que no había ese mando único autonómico. Es decir, en la que Reyero era el máximo responsable del área.
R.- El mando único se pone en marcha el 26 de marzo y nosotros lo que pensamos es que lo que tenemos que hacer es unificar los trabajos de las tres consejerías: Sanidad, Interior y Asuntos Sociales. Y yo creo que eso es positivo.
No puedo entrar porque desconozco la estrategia política de Cs. El motivo de que se cuente otra cosa ni, tampoco, la razón para poner en tela de juicio al consejero de Sanidad, que todo el mundo ha visto el trabajo que ha realizado. En el momento en que nos ponemos todos a trabajar, el mando funciona, las muertes se reducen a la mínima y encima hemos enseñado al personal de las residencias a trabajar en los servicios de lavandería, hacer circuitos COVID… Es decir, esto nos ha enseñado mucho sobre lo que tenemos que hacer ahora. Todo lo demás lo desconozco. Desconozco los motivos y no creo que sea sensato que de todos estos borradores saquemos uno y se esté continuamente poniendo el foco en ello, como se está haciendo, con todo lo que hacemos en Madrid.
Sobre todo y por encima de todo, lo que no puede es parecer una pelea política, cuando lo que hay de trasfondo son muchos fallecidos y muchas familias que nos miran atónitas preguntándose qué pasa, qué se podría haber evitado… Yo les digo que se ha hecho lo humana y técnicamente posible, con todos los medios que teníamos y con lo que sabíamos.
Si a mí me dan tiempo -que siempre lo he dicho, ojalá todos hubiéramos actuado antes- yo hubiera cerrado las residencias en febrero, o en enero, evidentemente. Pero, una vez que esto ha pasado, una vez que el virus ha entrado, como en tantas residencias de todo el país, de toda Europa y en Estados Unidos, es muy difícil contenerlo porque es muy agresivo. Si encima tienes más patologías que ese motivo, y normalmente sucede en las personas mayores que están en una residencia, a partir de ahí es letal. En algunos casos se puede salir y lo evidencian aquellos mayores que se han recuperado. En otros casos es imposible.
Ha habido residencias, incluso, con personas que empezaban por la mañana desayunando con total normalidad y por la tarde, después de comer, habían fallecido. Cuatro o cinco ancianos. Una cosa impresionante. Este virus es, además, muy difícil de combatir, porque nos deja secuelas distintas. En cada persona se comporta de una manera y lo que no se puede trasladar nunca es que se podía haber evitado, porque se ha hecho lo que se tenía que hacer, lo que se podía hacer y de la mano de personas que han estado viviendo un calvario en las residencias, en los hospitales, en las ambulancias…
Los madrileños no pueden pensar que aquí ha habido dejadez, negligencias, o que no había interés porque, insisto, es mentira. Y, además, una vez que los que fallecieron fueron a servicios funerarios, o a las morgues, cada persona ha sido tratada con absoluto respeto, con un gran protocolo velado por las Fuerzas y Cuerpos, por el Ejército. Las personas en Madrid han estado muy cuidadas. Lo que pasa es que, como el COVID ha sido tan duro, muchas familias no podían estar con los suyos en los últimos momentos y no los han podido ver. Pero yo les traslado que es así.
P.- Durante este tiempo ha habido dos polémicas que no han surgido de fuera de su Gobierno. Hubo un hashtag, de hecho, lanzado desde el Partido Socialista, que era #AyusoPPculpables y que a las cinco o seis horas retiraron corriendo, y luego reapareció, a través de cuentas ligadas a la gente de Podemos. Pero hubo dos focos de polémica interna: uno ha sido éste del que acabamos de hablar, y otro ha sido el tema del famoso apartamento que usted usó durante su contagio. Los dos focos, casualmente, han surgido en una consejería de Ciudadanos. ¿Usted se siente respaldada por la gente de Ciudadanos dentro de su Gobierno?
R.- Bueno, yo siempre he dicho que la eficacia de un Gobierno no se mide por el grado de amistad entre sus miembros, sino por las políticas que ponemos en marcha y es en lo que estamos centrados. Si se miran todos los gobiernos de coalición, siempre tienen dificultades añadidas y también pueden tenerlas los gobiernos del mismo partido.
Lo importante son las políticas que estamos poniendo en marcha. Nosotros hemos lanzado un plan para reactivar Madrid con treinta medidas en libertad que, para nosotros, desde luego para mí como presidenta, es la clave de todo. Y, en esto, estamos en un camino parecido. Ahora lo que queremos es que se lleve a los grupos de la Asamblea, pero que nazca del Gobierno unido. Que primero se hable con Vox y, después, con el resto de los grupos por una cuestión de lealtad evidente que tiene que imperar aquí. Y así es como tenemos que funcionar. Yo creo que todo lo que vaya en otra dirección, si es una estrategia de Ciudadanos, no puedo opinar, porque es mi socio, pero creo que lo que necesita Madrid es otra cosa.
Ahora mismo lo que necesitamos es estabilidad y ser primero la casa común, como siempre hemos sido, de todos los españoles que venían a buscar oportunidades. Pero, además, es que hemos sido siempre una comunidad que genera confianza a los mercados y lo está haciendo en los momentos más difíciles del COVID . Madrid da seguridad política, seguridad jurídica y ahora tiene que dar seguridad sanitaria. Salirnos de todas estas necesidades básicas para todos los ciudadanos, que están tan preocupados, crea una gran inseguridad y es, sobre todo, insensato.
P.- Usted no ha dejado de repetir este mensaje y las encuestas, si nos fiamos de ellas, le están dando la razón. Es decir, ese mensaje polemizando sobre determinadas áreas que no se han gestionado correctamente en Madrid, parece no estar calando, sino más bien todo lo contrario. Lo que están diciendo las encuestas es que usted está subiendo. ¿Se plantea en algún momento la posibilidad de convocar unas elecciones en caso de que no haya esa estabilidad necesaria en el Ejecutivo madrileño?
R.- No me lo estoy planteando porque está en nuestra mano intentar esa estabilidad y tenerla. Y además es que, efectivamente, los madrileños están ahora a ver qué hacemos mañana, cómo abrimos los negocios. La Comunidad de Madrid no es una comunidad subvencionada, no es una comunidad donde a la gente le regalen las cosas. Es una comunidad donde se pelea mucho, donde se madruga mucho, donde hay grandes atascos, donde se pagan muchos impuestos, donde se sufre mucho, pero también se disfruta mucho, porque hay muchísima libertad, oportunidades para volver a empezar en numerosas ocasiones y que se basa en esa libertad para que cada ciudadano lleve las riendas de su vida y la viva a su manera. Es una forma de vida que nos hemos dado aquí y todo eso se tiene que defender a capa y espada por encima de todo. Y, entonces, hay que buscar que, si nos unen unas ideas básicas, las defendamos. Y lo demás es volver otra vez a errar.
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